Noruega, Capítulo 7: un poco de relax
El día 7 iba a ser un día tranquilo, como ya anticipaba el hecho de salir de Lom, ese pueblo de madera cuyas tres cuartas partes eran camping. No demasiado pronto, pero tampoco demasiado tarde compramos algo de desayuno para comerlo en el porche de la cabaña. Lo habitual, yogures baratos, un poco de zumo y galletas de chocolate. Nuestro objetivo era llegar a Geiranger, donde está uno de los fiordos más espectaculares de Noruega (otro que es patrimonio de…