Calabacín en Nueva Zelanda, capítulo 1: Cómo ser un JAFA
Lós 6 meses de estancia acabaron y ahora tocaba el mes extra de vacaciones. Recibí la visita más esperada de la historia, y en medio de su jetlag hicimos un curso rápido de los sitios míticos de Auckland, para convertirse en toda una JAFA. Nos largaríamos a la isla sur rápidamente, pero antes tocaba jafear un poco. Ya lo comenté en su día, pero lo vuelvo a explicar, de los menos de 5 millones de habitantes que viven en Nueva Zelanda, 1.5 viven en Auckland, por lo que más de una vez he oído el término JAFA, Just Another Fucking Aucklander, para referirse a ellos. Básicamente, el 30% de la población del país vive en una única ciudad. En fin, un buen JAFA tiene unos cuantos lugares de referencia que teníamos que visitar. Alquilamos un coche y empezamos por Mount Eden y One Tree Hill, los mejores parque-volcanes que tiene Auckland, de los que que ya hablé aquí, aquí y aquí , aunque con menos fotos. No me enredaré con las explicaciones, las vistas generales molan y si encima hace bueno pues se disfruta bastante, pero como ahora tengo fotos pues aquí van.
Inauguramos el segundo día en AKL con un branch en el Federal Delicatessen de Federal Street, uno de los mejores garitos para ponerse tibio en el centro de AKL, al menos uno de los pocos que no ofrecía comida regional, que al final son todo italiano-chino-mexicano-koreano-japonés, y comer comida sin que tenga el sesgo de ninguna nacionalidad se aprecia :D. El brunch estaba bueno, pero era la fórmula básica, en todo caso.
Otra de las cosas que llevaba tiempo esperando para hacer (6 meses), porque pasaba de hacerlo solo, era subir a la sky tower, el pirulo (no tropical) que se ve desde cualquier punto de AKL, y que es básicamente una atracción turística, con restaurante, paseo por la cornisa a 150 pavos y salto al vacío atado a un cable a 300. Hay que estar pirado no para saltar al vacío, si no para pagar 300 pavos por un entretenimiento que literalmente dura 2 segundos. En fin, NZ rules, NZ prices. Nosotros fuimos a comer, que siendo caro, es sorprendentemente barato. Me explico, son unos 50 pavos por persona comer, dándote acceso al área de observación. La comida está más o menos bien aunque es un menú muy limitado, que no debería costar 50 pavos, peeeero, siendo NZ, parece un precio apropiado. Las vistas estaban bien, aunque el hecho de que el restaurante sea giratorio mareaba un poco hasta que te acostumbras. Una experiencia curiosa en todo caso.
Al día siguiente vimos el resto de cosas que se pueden ver en las inmediaciones de AKL, playas míticas como Piha, Muriwai y sus pajaricos, que ahora se habían pirado (pero tengo foto de cuando estaba la colonia llena, allá por Febrero), y la mítica playa de Karekare, donde se rodó la escena de El Piano en la que el piano está varado en una playa. Vamos, la mítica excursión desde AKL. Nuevamente, pongo mejores fotos que las del móvil que son las que pude poner la vez anterior.
Estuvimos también en la zona de Arataki, que tiene unas buenas vistas de las heads de Manukau y la bahía oeste de Auckland.
También aprovechamos estos últimos días en Auckland para ver el Domain y su jardín botánico e hicimos una visita rápida (menos mal que teníamos el coche) a Devonport y sus vistas alternativas de Auckland, desde los fuertes montados en calderas volcánicas.
La despedida final no pudo ser mejor, cenando una cena preparada por Elisa, en su pequeña casa de Parnell.
Pero una vez visto los basics, abandonamos el aparta, nos despedimos de mis compañeros de piso por 5 meses, y nos dispusimos a volar al sur.
2 comentarios sobre “Calabacín en Nueva Zelanda, capítulo 1: Cómo ser un JAFA”
Buen branch os habéis metido entre pecho y espalda
sí, el jetlag da buen apetito :D