Nueva York para Calabacines – 12. Bowling night
Vivir en una ciudad con apartas tan pequeños hace que tengas que destinar al menos una mañana o tarde a la semana a hacer la colada en la lavandería más cercana, como Sheldon la noche de los sábados. Igual que en las pelis, en el centro la gente no tiene lavadoras, así que tuvimos que ir a hacer la colada a un laundromat cercano. Cumpliendo con los estereotipos, estaba regentado por unos chinos que prácticamente no se relacionan contigo. Hacer la colada es un poco cognazo: la tienes que llevar hasta allí, esperar a que se lave, luego volver, cambiarla a la secadora y volver una tercera vez a recoger todo. A cambio te evitas colgarla, que también es un cognazo.
En fin, así echamos la mañana, y después comimos, ya que Irantzu entraba a currar a las 12.. ah no, a la 1… espera.. a las 2… Al final fue de 2 a 3, pero a las 2.30 apareció ya que también habían cancelado el paciente de las 2 :D Tarde libre. Excelente. Salimos primero hacia Chelsea, donde visitamos el Chelsea Market, otra de esas joyas que suelen permanecer ocultas a los turistas. Justo en frente de las megaoficinas de Google, en la 8ª se encuentra este mercado que ocupa los bajos de una manzana entera recuerda un poco a un bazar oriental, todos los puestos están mezclados entre sí, y muchas veces tienes que entrar en un restaurante para descubrir que detrás hay otros dos ocultos por el primero.
Está puesto con mucho más gusto, sin embargo, y puedes encontrar muchos sitios para comer y para comprar chorraditas, o cosas importantes. Este último fue nuestro caso, ya que compramos una siropera muy molona.
DEspués de un rato enredando por allí, nos fuimos a Williamsburg, barrio que yo todavía no conocía, donde echaríamos unas partidas de bolos en una bolera muy guapa.
La música adecuada para el bar.
httpss://www.youtube.com/watch?v=6QYtyyKgqp0
The Gutter es una especie de bar de moteros que está en la north 14, rodeado de edificios industriales y comerciales, y un campo de baseball comunitario cercano. El contexto es perfecto para ese tipo de bar, como lo es el ambiente: mesa de billar, tipos duros bebiendo cerveza o jugando a dardos. Junto al bar, 10 calles de bolos. Es la primera bolera profesional (no de estas cutres que pones tu los bolos de pie) que veo que no tiene maquinaria, bolas, y demás de Brunnswick. Parecía que eran los únicos fabricantes del mundo, pero no.
Las máquinas eran como mucho de los 70, con pantallas monocromo, pequeñitas, y las bolas estaban tremendamente curtidas. Nos sacamos una jarra de cerveza y echamos unas partidas en las que hubo pique y enseñanza de posiciones para lanzar.
Para cuando salimos ya era hora de ir a casa.
7 comentarios sobre “Nueva York para Calabacines – 12. Bowling night”
La máquina de bolas parece una guitarra. No aprovechaste para dejar el CV en Google,jeje
cuando abran ofi en bilbao
A mi me parece que Irantzu pisa raya.
ya le dije que era falta, pero como no me hizo caso saqué la pipa… no VI MORIR A MIS COMPAÑEROS CON LA CARA EN EL BARRO PARA QUE AHORA….!
anyway, irantzu no sale en ninguna de las fotos de la bolera :D
nosotros tb estuvimos en chelsea market!!y nos komimos un cupcake red velvet!!kbueno!!
Coño, she’s back! ya era hora de que entrarais en el blog :D