Eslovenia, capítulo 10: A remojo
Después de unos días un poco light, nos disponíamos a hacer algo épico: Visitar Ptuj. Después de un desayuno excelente en una de las terrazas de Maribor, y no saber nada más de nadie del personal del hostel de Maribor, arrancamos para ir hacia la ciudad con nombre de escupitajo.

Ptuj se alzaba como una de las ciudades más ricas culturalmente del país, así como una ciudad famosa por sus balnearios. El plan era ver qué demonios había allí, y si no había mucho que hacer, visitar el balneario.

Cuando fuimos acercándonos por la carretera descubrimos que el “balneario” era en realidad un aquapark con toda suerte de piscinas, toboganes, juegos acuáticos, trampolines y una zona de agua termal. Ejem. Hacía 40º, otra vez. Iba a visitar Ptuj RAMÓN.


Decidimos dar una oportunidad a la ciudad, que en efecto, tenía un casco antiguo muy elegante, y varios edificios míticos (cerrados), que visitamos con nuestras mentes puestas en el espectacular aquapark. Tuvimos también tiempo para visitar un museo de arte contemporáneo, durante un breve lapso de tiempo.



No tardamos mucho en descubrir que lo que realmente queríamos era ir al maldito aquapark.

Así que montamos en el 807 y raudos partimos hacia el oasis con toboganes, con la excusa de que lo típico en Ptuj era visitar un balneario. Cuando aparcamos y convencimos a la chica de la taquilla de que éramos estudiantes para que nos cobrara la tarifa reducida (le caímos bien porque estaba claro que no se lo creyó, pero nos cobró la reducida), por fin pudimos ponernos a remojo.

Toboganes extremos, trampolines, e incluso un divertido tobogán que te soltaba a cierta altura y en la parte inferior había una lona en la que ibas rebotando hasta que por fin caías al agua.

Todo era perfecto. Lo mejor, los megaflotadores que te llevaban por un circuito alrededor de la piscina, chocando con otros usuarios menos temerarios, generando tsunamis al saltar encima del flotador…

Así nos pasamos el día, a remojo.
Antes de irnos, visitamos ligeramente el spa con agua termal, que hizo las delicias de Iñigovič, que se pasó buena parte de la tarde rojo, con los ojos cerrados, y en éxtasis, entre las burbujas de agua caliente. También probamos unos toboganes hippis que eran negros y oscuros y con estrellitas, al bajar rápido eran bastante psicotrópicos, y el despertar era un chapuzón en el agua que había al final. Cuando ya teníamos los dedos como pasas, decidimos coger el coche y volver a Ljubljana, esta vez ya de forma definitiva. Llegamos casi al anochecer al Zeppelin Hostel, uno de los más famosos de la capital, bien situado, en el centro centro, y con unas instalaciones adecuadas al precio. Allí conseguimos ducharnos, sacar a Xabislav de su embotamiento en el whatsapp, y salir a cenar algo por la capital; esta vez probamos una pizzería más céntrica, que no estuvo nada mal. Después intentamos hacer algo con nocturnidad y alevosía, volviendo al Top, el mítico bar en azotea, que casualmente estaba a menos 100 metros de nuestro hostel. Las cosas eran diferentes en lunes, no había que pagar, era un sitio para estar sentado y no había casi nadie.

Después de todo el día haciendo el mono en el agua el cansancio se dejaba notar, así que tampoco insistimos demasiado. Nos fuimos a la cama seguido. Intentamos dormir algo con el calor insoportable de la capital, pero fue complicado, había que abrir las ventanas, y entraba mucho ruido. Mucho más complicado lo debió tener la australiana que tuvo la suerte de dormir en nuestra habitación para 6: además de todo lo anterior, tuvo que luchar contra los ronquidos de algunos de nosotros.
5 comentarios sobre “Eslovenia, capítulo 10: A remojo”
Guapiiiiiiiiiisimo video. ¿Es música del chaosilator?
no, es de m83, grupo franchute
hay video global de slovenija en camino!
Me ha encantado el video Bayu. Que buenos recuerdos por el parque acuático. La verdad es que fué un día de calor intenso y el parque acuático fué una bendición. Un buen momento de regresión a la infancia,jajaja.
ese Yunai!
habrá que ir mas a parques acuáticos que parece que la gozamos todos..