Eslovenia, capítulo 12: Il Circolino
La conexión Ljubljana-Bérgamo iba a llevar un buen rato, así que decidimos salir pronto de la capital Eslovena para aprovechar algo la tarde en la encantadora Bérgamo. Un escueto desayuno a base de tostadas con nocilla y té, pagar en efectivo (empezaba a estar de moda que en ningún sitio aceptaran tarjetas), y despedirnos de Ljubljana. En realidad la distancia era de poco más de 400 km, pero siempre hay cosas con las que te topas. Además, habría estado bien…