Eslovenia, capítulo 4: Tres cimas y un radar
Parecía que habíamos visto todo en cuanto a espectáculo montañil. Pero levantarse en medio de las Dolomitas a las 6 de la mañana mientras amanece hace que valga la pena haber dormido en el frío y húmedo refugio Auronzo. Había despejado completamente de las lluvias del día anterior y ahora las vistas eran increíbles. Yo no me había enterado muy bien, pero ahora, a la luz del amanecer descubrí la razón de la fijación de Karloš el día anterior por dormir…