Nepal-Tibet. Capítulo 7: La gran ascensión

Nepal-Tibet. Capítulo 7: La gran ascensión

Amaneció en Shigatse con un bonito día, después de la infernal tormenta de la noche anterior. Después de alguna pequeña eventualidad al salir del hotel, emprendimos el camino que nos llevaría en este día muy cerca del Everest, nuestro destino mítico. Antes paramos en nuestro último monasterio: Ta Shi Lhun Po.

Monjes preparaus en TaShiLhunPo

TaShiLhunPo es importante porque fue fundado por el primer Dalai Lama. Al ser tan importante, daba importancia a la ciudad, y contenía las stupas funerarias de los Panchen Lama 5 al 9, al parecer los más influyentes. También contenía la estatua de Maitreya Buda más alta del mundo, hecha de una aleación de cobre y oro. Al entrar aquí Tenzin nos hizo una advertencia importante: nada de política! Por lo visto en este monasterio hay varios monjes puestos por el gobierno que vigilan lo que hacen tanto los otros monjes, como los guías de turistas, como los fieles. Luego reportan. Así que aquí no nos soltó ninguna soflama patriótico-independentista.

Con Tenzin, ssssshhhh

Al salir del monasterio, el driver empezó a presionar a Iñigorkha para que hiciera una foto a un coche. Concretamente a la puerta. Concretamente al mapa que tenía en la puerta:

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Mapa de carreteras de Tibet (Vale millones)

Por lo que contaba, es muy difícil conseguir mapas de carreteras del Tibet, ya que está sin cartografiar y todo son estimaciones. Nuestro driver quería un mapa y encontró este en la puerta de un tipo que por lo que parecía tenía bastante pasta y se estaba recorriendo Tibet en un jeep de los guays. En cuanto pudo, el driver se imprimió la foto para tener el mapa (y presumir posteriormente, según nos dijo ! :D) También imprimió fotos en las que salíamos con él. Algo de cariño ya nos había cogido el hombre.

Seguimos hacia la montaña, pero antes de salir, Tenzin paró en una tienda cercana. Volvió al coche con un CD. Era de Kunga!!! El mejor cantante de Tibet. El día anterior Pokharlos había preguntado y Tenzin había dicho que no tenía nada suyo. Pero se acordó de comprar el cd, y a partir de entonces dejamos de oír el horrible cocidito conileño de Pokharlos (todas las jodidas canciones del verano).

Aquí se puede ver uno de sus superhits

https://www.youtube.com/watch?v=LU–yTYnvj8 (por cierto, la furgoneta tenía vídeo, y el cd era un VCD, así que no sólo lo oímos, si no que vimos sus increíbles vídeos!)

Todos los demás sonaban exactamente igual que éste, salvo uno que acababa el estribillo diciendo amatxu. La canción se convirtió en mítica. Nosequenosecuantos amaaatxuuuuu…nosequenosecuantos amatxuuuuu. Muy mofas. Por lo que nos dijo Tenzin, como no podía ser de otra manera, Kunga es un cantante totalmente abertzale que ha estado en la cárcel por sus canciones  de alto contenido incendiario. Así que era el ídolo de Tenzin. No se echó a llorar con la música de milagro.

Cuando ya nos sabíamos casi de memoria el cd de Kunga, de pronto, en medio de una de esas enormes cuestas con curvas, la furgo empezó a temblar. Hasta que se paró. Inquietos vimos como Tenzin salía de la furgo y se apresuraba en poner unas piedras en las ruedas para no caernos para atrás. Parecía que estábamos auténticamente jodidos. Pero el driver, sin perder ni por un momento la sonrisa, salió tranquilamente, se tumbó debajo de la furgoneta y empezó a hacer algo allí abajo.

Sin problemas para sinhielo!

20 minutos después salió empapado de gasolina, con la cara llena de hollín… y con la furgoneta funcionando. Era un crack este hombre. Supo exactamente qué pieza fallaba y la supo cambiar. Menudo héroe. Y veríamos más como esa.

El resto del viaje fue discurriendo de forma tranquila y sin incidentes. Hicimos diversas paradas. La primera en nuestro último y hasta la fecha más alto paso de montaña: 5248 metros!

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Las banderitas de rigor
El único niño que no nos pidió nada a cambio de la foto
Xhabitse, acatarrado

DEsde aquí pudimos disfrutar de unas vistas impresionantes del Himalaya, que Pokharlos no desaprovechó para poner en práctica su metralleta:

Metralleta Pokharlos. Panorámica 1

Y que todos menos el maltrecho Tse-dhano aprovecharon para hacer 100 flexiones cada uno, y demostrar que la altura no era obstáculo para su estado de forma.

Yo no quiero ningún amor, mi M14 es lo mejor! Me gusta trabajar para el tío Sam, que me hace ganar el pan!

Poco después del paso de montaña llegamos a un nuevo poblado nómada donde nos decidimos a conseguir la World Press Photo. Pero no iba a ser tan fácil. Los niños se lanzaron a por nosotros en cuanto nos vieron, pidiendo pasta. En cuanto Iñigorkha accedió a dar dinero a uno, y vio como sacaba los billetes todos le rodearon y empezaron a pedir más y a saltar a por el dinero. ¿Cómo demonios pueden ser así unos niños que prácticamente no tienen contacto con la civilización? ¿Para qué quieren el dinero?

La familia al completo, sólo faltaba el pater.
Rápido, tiene más billetes! a por él!
Los niños también se animaron a hacernos fotos.
Como no quisieran el dinero para comprar placas solares...

Lo más chocante vino cuando por fin Iñigorkha aflojó la pasta. Uno de los niños, al que le cayó medio Yuan de propina, cogió, y sin ningún tipo de miramiento rompió el billete en 20 pedazos y los tiró, para empezar a seguir a Iñigorkha pidiendo más y diciendo que eso ni era dinero ni era nada… VAYA CRACK el chaval!. A su edad, con su vida de nómada y ya es todo un capitalista. Good job, gobierno chino.

El niño avaro

Continuamos el viaje, sin parar a comer, hacia nuestro alojamiento en las nubes. Por esto, Tenzin nos paró en medio de la nada, en un puesto de sandías, donde hicimos nuestra comida fuerte del día.

LA sandía se cultiva mucho en Tibet, y está fresquisisisiiisma

En el mismo momento en que vimos asomar el pico del Everest, el driver paró para que pudiéramos hacer fotos. Allí Tenzin nos explicó el nombre tibetano del Everest, Qomolangma, que es montaña sagrada o montaña madre. Así, nosotros y el driver nos sentamos a hacer el paripé de rezar a la montaña sagrada. A Tenzin no le hizo demasiada gracia, era muy creyente para eso, y probablemente fue una falta de respeto a todo el budismo :D

Tenzin se resigna.
En realidad el Everest nunca llegó a verse. Es una montaña muy tímida. Al fondo, bajo las nubes se ocultaba.

Por fin, a media tarde llegamos a Xegar, nuestro destino final. 4950 metros para dormir.

Albergue de Xegar. 5 estrellas

El albergue de Xegar era un edificio con habitaciones caras, y un patio trasero con unos barracones con catres. Allí es donde dormimos. La ducha era simplemente soñar, pero en este caso, simplemente contar con un lavabo o con luz era algo casi impensable. Tuvimos toda la tarde para andar por Xegar, pero descubrimos que no eran más que unas 10 casas, un puesto del ejército más grande que las 10 casas juntas, y perros, muchos perros. Así que volvimos a la “cocina” de nuestro albergue, donde comimos una cena preparada por Tenzin, jugamos a las cartas. Y nos fuimos a sopar. Mañana era el día. Mañana llegábamos al campo base. Había que estar a tope!

2 comentarios sobre “Nepal-Tibet. Capítulo 7: La gran ascensión

    1. si, llego un momento en el que las cosas que pasaban superaban a la seguridad que el daba. pero por lo demas inspiraba confianza! :D

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