Diario de un calabacín en Islandia – Día 1: La divina laguna
Amaneció nada más hacerse de día, curiosamente. El sol radiante nos impidió seguir durmiendo, ya que los islandeses acostumbran a no tener persianas; pero no importaba, había mucho que hacer. El apple store estaba justo al lado del hotel, good vibrations! lástima que estuviera cerrado… lástima o suerte, ya que de haber estado abierto podríamos haber pasado allí toda la mañana (al menos Bayuvik…) Recorrimos Laugavegur, la calle más chachi, con decenas de comercios con la ropa bizarra de diseño…