Noruega, capítulo 12: La tierra prometida
La amanecida en Hamarøy fue agradable, no madrugamos demasiado y teníamos un buen desayuno esperando, yogur, galletitas marie (de chocolate, las más baratas y nuestras fieles compañeras de todos los días), y zumo barato. Pronto nos pusimos en marcha y nos despedimos de aquella cabaña, que era una de las más grandes que habíamos tenido. Para cruzar a Lofoten había que coger un ferrry, así que fuimos a la recepción del camping a informarnos. En esta ocasión no estaba la…